martes, 30 de noviembre de 2010

Poesía 331: Escenas

Escenas

Busco algo con lo que romper la escena en dos
y encuentro un puñal de palabras amargas,
caen en jirones los velos agarrados a la piel.

Una marioneta golpea la ventana en continuo
baile, y su quietud me irrita en lo profundo;
ni siquiera fuiste marioneta, me recuerdo,
sombra si acaso,
promesa de algo que nunca existió.

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4 comentarios:

  1. Me ha gustado, mucho. Hablando de marionetas, hace un tiempo escribí un relato hiperbreve que decía así:

    "Trece de abril, el silencio al fin se rompió en un frío mensaje con el que pretendía terminar una gran historia. Yo decidí hacer la despedida más cálida, así que la llamé. Me descolgaron el teléfono pero me llevé una sorpresa al ver que ya no era ella la que hablaba. Un ventrílocuo dirigía desde la sombra a una muñeca que sólo movía los labios. Fue amargo escucharle decir cosas que nunca sintió al amor de una y mil vidas. Fue triste acabar una historia teniéndole que decir adiós a una marioneta de trapo con el alma robada".

    Un abrazo.

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  2. Me gusta mucho como lo has expresado,buena imagen la de las palabras amargas,
    Empezamos la cuenta atras... chan chan

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  3. Gracias! Me ha encantado tu relato Marcos, me ha gustado mucho, con pocas palabras cuentas una gran historia. Sigue así! Abrazos!

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  4. Gracias Julio! Cuenta atrás si, si, no queda nada!! Besos!

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