domingo, 7 de noviembre de 2010

Poesía 308: Artificial

Artificial

No aguardo las poesías nacidas
en vértices de promoción y capitales,
no aguardo los libros que crecen
entre deseos desfondados y sacos
rotos por el ansia.
No aguardo la herencia de aquellas
palabras escritas bajo el acero refulgente
de la guillotina del debo,
(no es que quiera, es que debo).
¿Se puede pedir al río que dé más agua?
¿Se puede pedir al desierto que sea más arena?

Frases estiradas como servilletas
de papel,
o graznidos guturales en versos minúsculos.

¿Y a la nube
se le puede pedir que sea más nube?

.

6 comentarios:

  1. Me siento muy orgullosa de ti,aun a estas alturas del reto,me sigues sorprendiendo con reflexiones poéticas tan profundas e inquietantes como esta, animo y sigue así.

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno, Sofía. No puedo dar respuesta a tus preguntas pero te diré que así me gusta a mí tu poesía. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. La poesía fluye lejos de influjos e incluso más allá del deseo. Muy buen trasfondo Sofía.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias mi Elena, por tus ánimos, tu apoyo y tu cariño. Es un honor que me leas cada día, sabes que esto también te pertenece un poco.

    Muchas gracias y grandes besos!

    ResponderEliminar
  5. Gracias Marcos, me gusta que te guste, aunque yo también me esté pidiendo cada día ser más agua, o ser más nube y me he dado cuenta de que puedo serlo, pero siempre con un límite personal bien definido. Graias por tu compañía!

    ResponderEliminar
  6. Elisa, qué decir del deseo de escribir, a veces uno se siente instrumento de las palabras, y son ellas las que cogen tu mano y son ellas las que deciden qué quieren decir. Besos grandes!

    ResponderEliminar