Heredad
Tal como predijiste el cielo sigue siendo azul
y yo sigo entre este rincón de agua
y la esquiva acción de mis deseos.
“No podrás avanzar, jamás lo intentes”.
“Nunca llegarás a nada”
“Eres menos que la piedra que pisas”
Pero
hoy
como un eclipse a punto de suceder
me descubro
entre la
obscura luminosidad
y la luz cegadora.
Aventando credos que sólo son herencia.
.
Me descubro ante tí, Sofía: estupendo poema, estupenda herencia.
ResponderEliminarGracias Marcos! Algunas herencias están bien y otras no nos gustan tanto. Saludos!
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